Imagínese la escena en una cena familiar, cuando todos están bien alimentados y cómodos, y sus hijos sacan el tema de la planificación de su patrimonio. "¿Todavía tienes el testamento de cuando éramos niños? Deberías actualizarlos. ¿A quién tenías contratado para que se encargara de todo por ti entonces?".
Tienen razón, y te ha rondado por la cabeza durante las últimas semanas, sobre todo sabiendo que alguien podría preguntarte por tus progresos cuando vuelvas a ver a la familia en la próxima gran comida de las fiestas. No sabías por dónde empezar, así que nunca lo hiciste.
Planificar su patrimonio no tiene por qué resultarle desalentador. Puedes empezar con estos tres principios:
- Mantenga su información actualizada. Como regla general, los documentos legales, como testamentos, fideicomisos y poderes notariales, deben revisarse cada cinco o diez años, o en el momento de un cambio importante en la vida, como un matrimonio, un fallecimiento o un traslado a otro estado. Cuando revise sus documentos, confirme que las personas que ha designado para desempeñar funciones críticas siguen siendo capaces y están dispuestas a hacerlo. Compruebe también que el documento sigue reflejando sus deseos respecto a quién recibirá una herencia. Este es un buen momento para revisar también sus pólizas de seguros, para asegurarse de que ha nombrado beneficiarios y de que la estructura de beneficiarios de sus pólizas se coordina con su testamento para reflejar de forma holística sus deseos. Si esto le parece complejo, un profesional cualificado puede ayudarle a asegurarse de que no se le escapa ningún paso y de que se cumplen sus deseos.
- Decida quién cumplirá sus deseos. Aunque no es divertido pensar en las incertidumbres del futuro, la realidad es que puede llegar un momento en que ya no tengamos la fuerza física, el deseo o la capacidad mental para manejar nuestras propias finanzas o necesidades médicas. Con esta realidad en mente, es imperativo que tenga debidamente ejecutados los documentos de poder notarial antes de que los necesite, para que no se encuentre en una situación en la que sea demasiado tarde. A la hora de designar a alguien para que actúe en su nombre, ya sea como apoderado o como fideicomisario o albacea tras su fallecimiento, tenga en cuenta estas características:
1. ¿Coincide la persona con mis valores? ¿Tomará las decisiones como yo lo haría?
2. ¿Tiene la persona algún grado de conocimiento sobre el área en la que le estoy pidiendo ayuda? Es probable que subcontraten ayuda a profesionales, pero aun así deben tener una cabeza bien puesta sobre los hombros y un profesional que se ajuste a tus valores para guiar el proceso.
3. ¿Está la persona disponible, tanto en términos de tiempo como de proximidad? Hoy en día se puede hacer mucho más desde lejos que antes, pero lo ideal es tener cerca a alguien que pueda intervenir cuando sea necesario.
- Comuníquese de forma transparente con su familia y las personas que designe. Una de las claves para dejar un legado duradero es planificar cómo será recordado. Tal vez las donaciones benéficas sean un valor para usted, o puede ser la estructuración de un fideicomiso para atender a un familiar necesitado. Una vez que haya decidido sus deseos y haya trabajado con un abogado para documentarlos oficialmente, hay un paso más pertinente que demasiados de nosotros no priorizamos: una comunicación clara con sus seres queridos. Es fácil que surjan sentimientos de dolor cuando se mezcla la pena con la decepción en el momento de la muerte de un ser querido, pero este resultado no tiene por qué ser inevitable. Comunicar con cariño los motivos que te llevan a tomar las decisiones que tomas, mientras aún puedes, es una de las mejores formas de preparar a tus seres queridos para que se unan a ti y dejen el legado duradero que esperas.
Al considerar estos principios para la planificación de su patrimonio, nuestro equipo de Ambassador Advisors está listo para ayudarle. Si usted tiene una pregunta acerca de a quién nombrar o cómo incorporar más eficazmente las donaciones caritativas en su plan de legado, podemos ayudarle a navegar por estas conversaciones. También podemos ponerle en contacto con profesionales del derecho, que pueden preparar los documentos necesarios para usted.
En la próxima cena familiar, no espere a que sus hijos le pregunten sobre la planificación de su legado. Sorpréndelos con la noticia de que ya estás trabajando en ello, ¡e incluso puede que hayas terminado tu plan!